Todo cambió para nuestro señor Augusto el día en que compró una botella de agua, porque después quiso una mochila para transportarla, y a continuación una bicicleta para caminar más deprisa, y luego un auto para hacerlo más rápido todavía. Le siguió un camión y ¡hasta un avión! Entonces nuestro señor Augusto tuvo un accidente y se sintió tan a disgusto que le entró sed
Historia para ser leída en público, musical, en la que se van encadenando diferentes situaciones, que se repiten continuamente a modo de estribillo.
La moraleja final del cuento es una crítica al consumismo desbordado e injustificado.
100% Pago seguro |
3 a 5 días